viernes, 10 de mayo de 2013

La mamá más mala del mundo...

Yo tengo la mamá más mala del mundo.

Mientras los otros niños no tenían que desayunar, yo tenia que comer cereal, huevos y pan tostado.

Cuando los demás tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que comer emparedado.

Mi madre siempre insiste en saber donde estamos.

Parecía que estábamos encarcelados.

Tenia que saber quienes eran nuestros amigos y lo que hacíamos, insistía en que si decíamos que íbamos a tardar una hora, solamente nos tardaríamos una hora.

Me da vergüenza admitirlo, pero hasta tuvo el descaro de romper la ley contra el trabajo de niños menores, hizo que laváramos trastes, tendiéramos camas, aprendiéramos a cocinar y muchas cosas igualmente crueles.

Creo que se quedaba despierta en la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer, siempre insistía en que dijéramos la verdad y nada más que la verdad.

Para cuando llegamos a la adolescencia, ya fue más sabia y nuestras vidas se hicieron aun más miserables.

Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo.

Nos avergonzaba hasta el extremo, obligando a nuestros amigos a llegar a la puerta para preguntar por nosotros.

Mi madre fue un completo fracaso, ninguno de nosotros ha sido arrestado, cada uno de mis hermanos ha servido en una misión y también ha servido a su patria y... a quien debemos culpar de nuestro terrible futuro?

Tienen razón, a nuestra mala madre.

Vean de todo lo que nos hemos perdido.

Nunca hemos podido participar en una demostración de actos violentos y miles de cosas más que hicieron nuestros amigos.

Ella nos hizo convertirnos en adultos educados y honestos.

Usando esto como marco, estoy tratando de educar a mis hijos de la misma manera, estoy lleno de orgullo cuando mis hijos me dicen que soy malo y verán... doy gracias a Dios por haberme dado a "LA MAMÁ MÁS MALA DEL MUNDO".


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